La lentitud

La lentitud, intuyo, está a pocos pasos de la sabiduría y acaso sea lo que queda más cerca del placer. Al menos son pocos los placeres que queremos ver desaparecer a toda velocidad. Acaso lo lento esté emparentado con lo leve y sobre todo con lo elástico. De hecho, en latín, lento es sobre todo lo flexible, lo sinuoso, como los ciclos, como la vida que de ellos se alimenta.

La velocidad necesita la línea recta, lo lento el abrigo de lo redondo. La vida no es plana, ni rectilínea, ni rápida. Aunque a nosotros se nos pase a toda velocidad, vivir es arder a fuego lento, a pequeños sorbos, aceptando la pausa para degustar las suaves ondulaciones de los procesos cíclicos. La lenta mirada que administra un movimiento pausado es la única que hace destellar los detalles. El pausado paso del tiempo por tus entrañas permite degustar los mejores instantes de la vida. Vivir al compás de lo que vive te hace consciente de una mayor cantidad de realidades, tanto cercanas como incluso lejanas.
Ninguna de las formas vivas del planeta, con la excepción de nosotros, tiene prisa. Nadie quiere concluir antes del tiempo exacto, el de su propia maduración. Ruskin afirmó que “la belleza del fruto está en proporción del tiempo que transcurre entre la semilla y la recolección”.

Joaquín Araújo

PD Bajo el Cervino o Matterhorn (visto desde Italia) haciendo taichi en verano de 2006.

1 comentario:

Bachatadharma dijo...

Por qué será que las tortugas son tan longuevas? y en asia son símbolo de sabiduría?
Me encantó tu reflexión.
Leiste a Momo, recuerdas qu ecuanto más despacito iban más avanzaban...me encantó
Creo que voy a venir un día con un bocadillo a "perderme" con calma por tu blog...(prometo no dejar migas)
;-D
Salu2

Pd:veo que me agregaste, gracias, te puedo agregar to tb?