Refllexiones tras el retiro meditativo


SOBRE LA CULPA

La culpa es un sentimiento egoico y narcisista de la conciencia infantil: oculta un ansia de omnipotencia (soy culpable porque lo puedo todo y no evité eso), una estrategia del ego que pretende mantenernos en un estadio donde la constante reiteración del recuerdo impotentiza el desarrollo de la conciencia madura, una falaz ilusión de identidad a través del sufrimiento por miedo a confrontar la verdadera realidad de nuestro Ser.


En este aspecto, el desarrollo de la capacidad del perdón y de la cualidad de la compasión es muestra de la asunción de una conciencia más evolucionada, capaz de aplazar y prescindir de su necesidad de reafirmación y caminar hacia un espacio donde, tras el tránsito a través del miedo y del vacío, aparece el sostenimimiento y la contención de esa carencia mediante el amor y el perdón que posibilitan la trascendencia del sufrimiento.

**********************************************************************

SOBRE LA ENTREGA

La rendición y la entrega son la verdadera batalla.
No te resistas, no te aferres, confía.
Suéltate, déjate ir, permite la apertura.
Levántate y lucha.
Ve y entrégate.

**********************************************************************

SOBRE LA ELECCIÓN (NO ECUANIMIDAD)

Cuando elegimos no somos ecuánimes, porque estamos tomando partido. Y esto es particularmente importante, pues elegimos, de forma consciente o inconsciente, prácticamente a cada nanosegundo,

Cuando elegimos no somos ecuánime porque no aceptamos lo que es.

Cuando mentalmente imaginamos y proyectamos, estamos eligiendo, no siendo ecuánimes, perdiendo la posibilidad de integrar el ecosistema total de la experiencia aquí y ahora, siendo incapaces de aplicar la no injerencia -la no violencia- y, por ende, plantando semillas de sufrimiento para ahora y futuras, ya que si lo que sucede finalmente no es lo que hemos imaginado es sufrimiento: por el momento en que lo imaginamos y perdemos la vivencia íntegra de ese instante, por poner energía mental y de creación en movimiento sin una base ética de sabiduría previa y, la más evidente, por no coincidir nuestra ilusión con lo que sucede realmente después.

Recordemos siempre esto: las cosas ya son: yo no tengo que crearlas. Permitamos la fluidez de la vida, que ya sabe donde va, y simplemente dejémonos atravesar por ella y sentir que somos la propia vida también.

*******************************************************************

SOBRE LA MUERTE

La muerte no es lo que nos hace ser nada sino lo que nos hace ser todo: nos hace ser algo que evoluciona hasta la extinción y liberación finales. La muerte es el gran regalo de la Vida.


**********************************************************************


SOBRE LA AMABILIDAD

Las resistencias a las formas genuinas de amor y amabilidad se generan al demandar amor y amabilidad de forma neurótica al pretender amar verdaderamente.

Tememos que nuestros actos de amabilidad natural y espontánea sean demandados posteriormente de formas que nos violenten -por no previstas-, igual que nosotros violentamos -en el caso de las personas invasivas, por ejemplo, mediante injerencias, invasiones, evidencias de la presencia, ataques subliminales pero ataques al fin y al cabo-, y no respetamos cuando nos neurotizamos.

No hay aún una claridad respecto al dar y al recibir.
No hay transparencia porque hay no hay pureza de sentimiento.


En algún nivel, íntimo y profundo, creemos que no merecemos recibir (así continuamos anclados en el sufrimiento y nos identificamos: así no asumimos la responsabilidad que se deriva de transcenderlo). Aparece la imposibilidad de sentir amabilidad y del merecimiento de la felicidad para con nosotros.


Tal vez no queremos sentirnos amable y generosos porque nos retrotrae a experimentar nuestra vulnerabilidad esencial (y eso fue insostenible en nuestra infancia en cualquiera de sus formas de presentación). Y evitamos esa amabilidad y generosidad genuinas que pugnan por emerger de nuestro interior para no sentir el miedo y el vacío que hay detrás. Así que disfrazamos de invulnerabilidad esa manifestación espontánea de nuestras cualidades.

Pero si sostenemos ese vacío y ese miedo y no nos aferramos a ellos (apropiándonoslos y reaccionando a través de la huida -evitación- o la lucha -control-) conseguiremos, poco a poco, paulatinamente, cultivar esas semillas en nuestro interior y siendo cada vez más felices, por desear nuestra propia felicidad y la del resto, la forma más rápida y efectiva de ser felices, sólo si surge como un verdadero deseo de lo más profundo de nuestro corazón.


****************************************************************************

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querida: Ya que no te puedo pagarte un sueldo por lo que me ayudas a crecer. Unas veces con suaves caricias de seda y otras con electrochoques con papel de lija, en la distancia, ( ¡ y bien larga distancia, creeme!), me uno a ti en el universo infinito en una plegaria, para desearte la prosperidad sin limites, las bendiciones mas sublimes y la mas exquisita existencia en el pasajero laberinto terrenal. A tus pies mi bella, un beso en lo mas profundo de tu bella alma.Namasté