Sé el observador

Estudiante: Todo el mundo dice “yo trabajo, yo vengo, yo voy”.

Sri Nisargadatta Maharaj: Nada he de objetar a los convencionalismos de tu lenguaje, pero la gente distorsiona y destruye la realidad. Otra manera más correcta de decirlo sería: “se anda, se trabaja, se viene, se va”. Ya que para que suceda cualquier cosa, el universo entero debe coincidir. Es erróneo pensar que algo en particular pueda producir un acontecimiento. Cada causa es universal. Tu propio cuerpo no podría existir sin la entera contribución del universo que ha participado en su creación y supervivencia. Soy plenamente consciente de que las cosas suceden tal como suceden porque el mundo es tal como es. Para cambiar el curso de los acontecimientos debo incorporar un nuevo factor en el mundo, y ese factor sólo puedo ser yo mismo, en quien coinciden el poder del amor y la comprensión.

Cuando nace el cuerpo, suceden también toda clase de cosas, tú participas de ellas porque te identificas con él. Eres como una persona en el cine, que ríe y llora ante una película, a pesar de que sabe perfectamente que permanece todo el tiempo en la silla, y que la película no es más que un juego de luces. Para romper el encantamiento sólo tenemos que cambiar el foco de atención, desde la pantalla hacia nosotros mismos. Al morir el cuerpo, la clase de vid que llevas ahora –una sucesión de acontecimientos físicos y mentales- llega a su fin. Podría acabar incluso en este preciso instante –sin necesidad de esperar a que el cuerpo muera; bastaría con que cambiases la atención hacia el yo y la mantuvieras allí. Todo sucede como si existiera un misterioso poder que todo lo crea y mueve. Date cuenta de que tú no eres quien mueve las cosas, sólo el que las observa, y hallarás la paz interior.

Estudiante: Ese poder, ¿es distinto de mí?

Sri Nisargadatta Maharaj: Claro que no. Pero debes empezar siendo un desapegado observador. Sólo de ese modo descubrirás que todo tu ser es el amante y actor universal. En tanto continúes sumergido en las tribulaciones de una determinada personalidad, serás incapaz de ver más allá de ella. Pero finalmente acabarás descubriendo que no eres particular no universal, que estás más allá de ambas cosas. Igual que la diminuta punta de un lápiz puede trazar innumerables imágenes, la punta adimensional de la conciencia traza todo cuanto el vasto universo contiene. Descubre esa punta y sé libre.

Yo soy Eso

Nisargadatta (1897-1981) fe un comerciante bidi que renunció al mundo en 1937, pero más tarde, interrumpiendo su peregrinaje por el Himalaya, volvió a Bombay y a su profesión para vivir el resto de su vida en la mayor sencillez. Su sabiduría o tardó en atraer a gente procedente de los más diversos lugares. Igual que Ramana Maharshi, fue un ejemplo vivo de la verdad del no dualismo (advaita), en la que se funda la seda de la sabiduría (jnana-yoga).

No hay comentarios: