Diario de vacaciones

Tras varios días sin actualizar, continúo con el diario de viaje.

Después de la estancia en Koper y los baños mediterráneos, nos dirigimos hacia Ljubljana para llegar a Kamnik. Por el camino visitamos la gruta de Skocjan, una joya del cárstico europeo, de una hora y media y tres kilómetros de recorrido habilitado de los veintitantos que tiene la gruta, con dos partes bien diferenciadas: la cueva silenciosa, con estalagmitas y estalactitas de gran tamaño, la mayor una estalagmita de 250 millones de años y 15 metros de altura, llamada El Gigante; y la cueva rumorosa, con un caudaloso río subterráneo y un puente sobre él a 45 m de altura. En ella cohabitaban tres colores de piedra, según la composición del agua filtrada: blanco nuclear para el calcio puro, rojo para el hierro, amarillo para el aluminio y negro para el manganeso. A causa de lluvias torrenciales, esporádicamente la cueva se inunda y el agua ha llegado a subir un máximo de 90 metros (en algunos tramos la distancia entre el suelo y el techo es de 100 metros). Nos sorprendieron, además de los datos citados, una gran sala donde las paredes se habían ahumado por el fuego de los habitantes primigenios y el camino antiguo, de principios de siglo, muy parecido a una vía ferrata.

Tras la visita, siesta y camino a Kamnik. Llegamos a media hora de la tarde y nos instalamos en elcamping y fuimos a recorrer la ciudad. Kamnik es una linda y tranquila ciudad, con un hermoso casco antiguo medieval, una gente amable y dispuesta a ayudarte y unos precios muy buenos. Ese día cenamos en De Cecco,un restaurante de 1897, donde dimos cuenta de una raclette y una pizza rosti, elaborada con patata.

Al día siguiente, alquiler de bicis en la oficina de turismo y visita a la ciudad y al Arboretum Volcji Potok, considerada la perla de la jardinería eslovena. Doce kilómetros de bici, estupenda comida reponedora de energía y, al llegar a Kamnik, nos quedamos a la Kamfest, el festival artístico de la iudad que esa noche contaba con la presencia del grupo ruso Deti Picasso que, sencillamente, nos encantó.

Ayer, descanso, piscina, lavadora, compra… y hoy Ljubljana! Visita a pie por la ciudad, interesante y hospitalaria, con un rico patrimonio y un relajado ambiente de ciudad pequeña. Hemos visitado el casco antiguo, los diferentes puentes sobre el Ljbljanica -el del Dragón es el más famosa-, el mercado, las catedral de San Nicolás, el Castillo, la Muralla... y ahora descanso antes de la salida nocturna.

Y en los ratos libres, lectura. Ya han caído La verdadera historia de Sabina Spielrein de Karsten Alnaes, el bien documentado e histórico Trece rosas rojas de Carlos Fonseca, el paso-el-rato El diablo viste de Prada de Lauren Weisberger (qué le vamosa hacer, es lo que pide un día de relax en la piscina, porque es lo que dura, un día) y el desgarrado y muy, muy recomendable Una mujer en Berlín, de autora anónima.