El loco (Elogio a Kahlil Gibran)

Hombre cuerdo y normal que negocias y trabajas, que construyes máscaras con que atrapas tu alma, consientes hacer lo mismo que el resto de hombres hacen, te preocupas del vecino y de sus comentarios banales.
Rechaza esos moldes y enfréntate al mundo, rompe los cánones y sé un sabio absoluto.
Hombre cuerdo y normal, con máscaras has cubierto, tu esencia espiritual, tu ser profundo e inquieto.
La vía de la autenticidad es, a los ojos del resto, un camino a la locura, un descenso a los infiernos.
Cuando tú, hombre cuerdo y normal, hayas perdido tus máscaras, serás ante los demás un loco, un extraño, una rara cabra.
En un mundo que sacraliza todo tipo de apariencias, un orbe que ritualiza el encanto de la no esencia, el arte de simular permite una existencia de cordura y normalidad, de derrota e incoherencia.
Cualquier saber y verdad parte de saberse a uno mismo, pero jamás se lograrán puestas las más caras en su sitio.
¿Me preguntáis por qué enloquecí?
Fue así…

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