Mujeres

Poema escrito por y para mis hermanas en primavera de 2002 y utilizado en también en un cuento.
Espero que os guste.
PD Desde entonces hasta ahora mi discurso feminista, antes muy radicalizado, se ha suavizado y se ha convertido en discurso femenino, comprendiendo que, ante todo y sobre todo, somos seres humanos o, mejor dicho, seres espirituales viviendo una experiencia humana. Muchos besos a todos!!!!

Conozco a mujeres de todo tipo, féminas de toda condición.
Las hay hermosas por fuera, por dentro y las tan hermosas que, amándose y aceptándose, proyectan al resto la belleza más absoluta y desconcertante.
Mujeres seguras de sí mismas o de partes de sí mismas y mujeres inseguras del todo.
Mujeres que se enfrentan a verdaderas pruebas de autonomía y resistencia y mujeres que luchan a diario, en la sombra y desde su alma, por enriquecer su entorno más cercano.
Creo en la fuerza educativa de las mujeres, en su capacidad de transmisión, en su patrimonio de los pensamientos hechos palabra.
Creo en su cultura oral, en su lenguaje no verbal: sus gestos, sus miradas y sus silencios.
Disfruto contemplando sus códigos, sus estratagemas, los subrepticios caminos que recorren para la consecución de sus retos.
Admiro sus prestancias, como disimulan sus bellezas para ser reconocidas por sus méritos intelectuales y admiro a quienes no renuncian nunca a partes de sí mismas y enarbolan su conjunción belleza e inteligencia como la más visible bandera.
Me postro ante las luchadoras, las inagotables, las que cuando se acaba el agua ofrecen su sangre.
Mujeres que no duermen, mujeres que ni comen y batallan por el pan de sus hijos a diario, sin tregua ni descanso. Me emociono al observarlas y saber que comparto con ellas mi condición.
Imagino sus vidas, terribles algunas, felices otras, aparentemente normales el resto.
Me veo en las manos de la anciana, trabajadoras, hacedoras de pan, buscadoras de agua, y me veo en los ojos de la niña con su más pura inocencia.
Me oigo en la voz de las maestras, me toco en las manos de la sanadora, cocino con la campesina y me vendo con las prostitutas.
Todas ellas son parte de mí y entre todas sólo hay una: la misma, la grande, la virgen; la una, la toda, la puta. Como el mar son las mujeres: inmensas y flujos y dudas, y ciclos y sangres y muertes, y vidas y soles y lunas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha emocionado mucho lo que has escrito, pero aún más lo que respresenta ese escrito, no encontraría mejores palabras para describirnos y como mujer te doy las gracias por tus palabras y sobretodo por compartirlas con todas nosotras. Ser mujer aveces es duro, pero ante todo un orgullo.
Me postro ante tus palabras.
Un besazo
P.D.Gracias por pasarte por mi blog, necesitaba alguien que al menos leyese mis palabras.