Cranosacral y cena sadhanera

Ayer fue un día muy intenso: bastante trabajo en la oficina y después placer. A saber: terapia cranosacral con Ángeles y cena sadhanamaresmenca.
El cranosacral fue estupendo. Era mi primera vez y me sentí muy bien y muy cómoda. Tal como esperaba, entre el corazón y el plexo solar, sentí molestias que ascendía por el lado derecho hasta la garganta... pero, en fin, la práctica hará que desaparezcan, a su debido tiempo. Agradezco profundamente a Ángeles su dedicación, su entrega y la maravillosa sensibilidad de sus manos que catalizaron una experiencia realmente agradable y muy, muy, muy relajante.
Después de la terapia: cenita!!! Mónica y Àlex eran los anfitriones y aportaban casa, vino y segundo. Ángeles hizo una estupenda pipirrana (estuvimos toda la semana con la intriga de qué era). Marta trajo el postre y yo hice una ensalada y traje un vinito. Vamos, una cena maravillosa. Todo estaba delicioso y charlamos, reímos, banalizamos, profundizamos y, sobre todo, nos amamos mucho y nos sentimos muy felices de compartir. Me siento muy feliz de citarme con los compañeros de Sadhana fuera de La Plana y realizar actividades varias. Y, sin darnos ni cuenta, nos dieron las 2 de la mañana y yo madrugaba para ir a Barcelona a escuchar las enseñanzas de Sogyal Rimpoché...
Pero eso es otra entrada...

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