"A causa de las anteojeras de la personalidad siempre vemos las cosas no como son sino como parecen ser. Nada es contemplado de un modo claro y objetivo, sino siempre a través de la interferencia de nuestros gustos y aversiones, parcialidades y prejuicios, obsesiones e idiosincrasias. ¿Cómo podemos esperar ver las cosas y las personas tal como son si no podemos eliminar este cociente de error personal? ¿Cómo podemos obtener más conocimiento, en particular el que se logra a través de la introspección directa y no mediante el intelecto, sin primero antes dejar a un lado la personalidad? Lo que conocemos como la intuición humana controlada por su personalidad no es otra cosa que una manifestación de sus prejuicios y tendencias."
Toma, el maestro martillo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario