La única inocencia es no pensar

Mi mirada es nítida como un girasol.
Tengo la costumbre de ir por los caminos

mirando a la derecha y a la izquierda,
y de vez en cuando mirando para atrás...
Y lo que veo a cada instante
es lo que nunca había visto antes,
y me doy cuenta muy bien de ello...

Sé sentir el pasmo escencial
que siente un niño
si, al nacer,
de veras reparase en que nacía...
Me siento nacido a cada instante

a la eterna novedad del mundo...
Creo en el mundo como en una margarita
porque lo veo.
Pero no pienso en él
porque pensar es no comprender...
El mundo no se ha hecho para que pensemos en él
(pensar es estar enfermo de los ojos),
sino para que lo miremos y estemos de acuerdo...

Yo no tengo filosofía: tengo sentidos...
Si hablo de la naturaleza, no es porque sepa lo que es,
sino porque la amo, y la amo por eso,

porque quien ama nunca sabe lo que ama

ni sabe por qué ama, ni lo que es amar...

Amar es la eterna inocencia,
y la única inocencia es no pensar...


* Poema de Alberto Caeiro en "El guardador de rebaños"
del libro
Antología poética de Fernando Pessoa

PD Últimamente, [¿serán la homeopatía y las flores de Bach?], me resulta difícil arrancarle a mi alma una sonrisa. Este poema me ha recordado lo esencial: VIVIR... y AMAR

4 comentarios:

Luciano Gil dijo...

hola aranzazu: siguiendo tu recomendación he visto "El color del paraíso" y me ha parecido muy bella en muchos aspectos, gracias por el chivatazo. Me alegro de que a través de mis palabras hayas encontrado un poquito de esperanza y no sean solo palabras escritas en un blog. Últimamente hay mucha gente con los ánimos sensibles, algo se está cociendo, y siento que es importante estar presente y sentir aunque no se sepa bien lo que pasa y aunque cueste, y algo bueno va a resultar. Tienes mi apoyo, todos estamos en el mismo barco, y quizá mañana seas tú quien me anime a mí. Un abrazo fuerte, amiga.

aranzazu dijo...

Muchas gracias, Adonai. Siento la calidez y el apoyo de tu abrazo. Tras leer todas las entradas de tu blog que no había leído y tras dar unas clases de taichi ayer, empecé a sentirme mejor. Hoy he pensado que realmente lo importante es vivir este proceso con naturalidad, equilibrando el empujar y el ceder, el ánimo y el desánimo, la energía a raudales y el descanso. Fluir como el Tao, con lo que haya, aceptar... Un gran abrazo y muchísimas gracias. Parafraseando a Benedetti, "Es lindo saber que existes, uno se siente vivo" y me siento feliz de contar contigo. :)

Luciano Gil dijo...

hola Aranzazu, yo también me siento feliz de contar contigo. Quiero compartir con personas auténticas, que piensen por sí mismas y tengan su propio criterio, que se atrevan a sentir y expresar en sus vidas lo que hay en su interior, que se rijan por valores elevados... en fin, creo que me entiendes y no necesito extenderme mas ¿no? ¡Tengo tantas ganas de que seamos capaces de lograr otro estilo de vida...! En fin, hagamos cada uno nuestra pequeña parte, que es lo único que se nos pide, y ya veremos...
Quiero aprovechar para felicitarte en tu próximo aniversario, ya que estarás en Granada, y desearte que se cumplan tus aspiraciones y que tu vida sea de verdad un testimonio de Vida, de amor, de sanación, de alegría...
Recibe un gran beso de tu amigo...

El pasajero dijo...

Si al menos fueramos así algunos instantes de cada día, pero la cabeza no para de pensar ni dormida ...

PD: Interesante blog, pero toda esta filosofía oriental de tus post a mí me suena muy lejana ... ¿como acercarse a ella de forma práctica?