En círculo… ancianas, madres, doncellas desde antaño se reunían para compartir sus vidas, sus aprendizajes, sus penas y alegrías sus penas y alegrías... formando una contenedora Matriz de Amor, Complicidad, Hermandad, Intuición y Sanación.
Las viejas compartían su sabiduría y sus secretos, las madres su potencial creativo y las jóvenes su vitalidad e inocencia... todas impregnadas de la misteriosa experiencia de Ser Mujer, compartiendo sus riquezas en todas las generaciones.
En Círculo. En Comunión. En Receptividad.
Hoy, después de miles de años, las mujeres volvemos a reunirnos. En otro tiempo, en otro espacio.
En círculos, en triángulos, en espirales... En nuevas formas.
Honrando la sabiduría de antaño y gestando en conjunto la de hoy…
Mahi
DIOSAS
Diosa primigenia: Gaia: la gran creadora surgida del caos y las aguas primoridales.
Diosas independientes e invulnerables: Artemisa o Diana, Atenea o Minerva y Vesta. Aman su libertad personal, sus propias decisiones y no se dejan influir por los otros. Son las artistas, las innovadoras; funcionan por sí mismas.
Diosas vulnerables y emocionales: Hera, Démeter, Perséfone: Son dependientes de los otros; sus sentimientos y su acción está muy influida por sus cercanos. Muy emotivas, corresponden a las esposas, madres, hijas.
Diosas de gran fortaleza personal: Isis, Pachamama, Freya, Coatlicue, entre otras. Son diosas creadoras, muy fuertes y de gran capacidad de realización y contención. Ejercen una influencia en la comunidad.
Diosas de Sanación: Birgit, Yemanyá, Oshun. Son muy inspiradoras relacionadas con el agua y con el fuego, principalmente y conectadas con emociones más sutiles. Ayudan en el contacto con el amor y las energías más invisibles.
Diosas Oscuras o Ocultas: Inana, Pelé, Lilith, Sekhmet entre otras. Son nuestra sombra: la parte de cada una que nos cuesta ver y asumir. La ira, el resentimiento, el caos. Cuando sale a la luz ayuda a desarrollar mucha energía y transmutación.
Diosas de
Diosa de
W:ild (salvaje)
O:pen (abierta)
M:ágica
A:uténticamente poderosa
N:éctar
WILD: es nuestra parte instintiva, nuestra mujer salvaje conectada con su instinto natural femenino, es la “mujer que corre con los lobos” de C.P. Estés, una mujer libre, misteriosa, conectada con su cuerpo, con sus sentidos, con su sexualidad, deseable y deseosa cuando ella quiere, atractiva, atrevida, osada, con coraje y muy sensual. Este aspecto apunta a la fuente de energía de los dos primeros chakras, representa el espíritu de una mujer libre, el cual podemos explorar a través de la danza y el baile en libertad, del canto y su vibración, del contacto con nuestra propia desnudez, y con nuestros sentidos, con tocar y tocarnos, con sentir y sentirnos, con los aromas y esencias. Nuestro lado salvaje representa a la mujer conectada con su sabiduría primaria, que conoce sus ciclos y está en íntima conexión con
OPEN: es nuestra habilidad de permanecer abiertas, receptivas, nuestra capacidad de entregarnos al amor verdadero con el corazón abierto. Es el invisible espacio que habita en nuestros corazones. Ese lugar de apertura que es tan vacío como lleno a la vez. Es la capacidad de vivir la incondicionalidad, de rendirnos ante la grandeza y la inmensidad, nuestra habilidad para mantenernos conectadas con nuestras emociones y abiertas a nuestro mundo emocional con todo su sentir. Es la parte que aflora cuando comenzamos a sentir el verdadero amor en nosotras mismas y nos mantiene receptivas ante la vida.
MÁGICA: es la manifestación de la feminidad divina, el profundo misterio que vive en la inmensidad de la mujer. Es el poder alquímico que poseemos para transmutar la fealdad y suciedad en belleza y pulcritud ante nuestros ojos con sólo cambiar nuestra mirada con el toque mágico del amor, nuestra habilidad para convertir "sapos en príncipes" y la capacidad que tenemos de transmutarnos a nosotras mismas. Es el magnetismo que irradiamos desde lo profundo de nuestro ser, nuestro aspecto Dakini (de mujer iluminada). Es la sincronía que exploramos en un grupo circular de mujeres conectadas, la sinergia que formamos las mujeres cuando estamos en hermandad.
AUTÉNTICAMENTE PODEROSA: representa nuestro poder interno, la conexión con nuestra propia verdad. Es la profunda conexión con nosotras mismas, el descubrirnos en tanto mujeres. Es la mujer capaz de danzar tanto con la luz como con las sombras. Conectamos con ella cuando aprendemos a conocernos, y hablar nuestra propia verdad conectadas desde nuestro centro de poder, desde nuestro corazón. Es la capacidad para expresarnos libremente y manifestar lo que sentimos íntegramente, tanto para nosotras mismas como para los demás.
NÉCTAR: es la esencia que nos hace ser irresistiblemente deliciosas, es la manifestación de nuestra belleza interna. Es el contacto con
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