La mística (II)

La mística es el camino femenino hacia Dios. Es el Numen, el Misterio, la Gracia, la Entrega. "Hágase Tu Voluntad". La valentía de la no violencia, el coraje de la deposición del ego, de la voluntad.
La mística nace del vacío que todo puede contener y en esa vacuidad primordial adviene la Gracia y nace la Palabra, la primera energía, el primer on, la puesta en marcha de la Creación.
Yang absoluto (on) penetrando a yin absoluto (off) en un marco de absoluta (In)Conciencia (ni on ni off).
La mística nace de lo más yin, del recogimiento, de la quietud, del silencio. De allí donde puede surgir la Palabra Verdadera, la Auténtica Verdad, reconocida por nuestros corazones.
La mística nace de la profunda Fe en el Amor, la Sabiduría, la Belleza y la Bondad inherentes a la Vida, la íntima creencia de que Todo Está bien, todo es correcto, todo es parte de lo mismo, todo es necesario para la experiencia del Plan Divino.
La mística crece como profundo Amor a Dios, como Entrega infinita a su Gracia, a su Ley, a su Dharma.
La mística nunca muere: una vez nacida sólo crece, crece, crece... anhelando sentir en la dualidad de la existencia encarnada la Unidad de donde provine, la Unidad que percibe, la Unidad que Es.

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