De la (im)percepción de la Gracia

¿Cómo sé que la Gracia está aquí conmigo y en ocasiones no la percibo?
¿Cómo amo y me entrego a su Luz y aún a veces la desprecio e ignoro su magia?
Esos días, en los que la pena se abate sobre mí
y soy tierra fértil para la desesperanza,
se cuela entre los vestigios de mi corazón marchito
la arrobadora Luminosidad de la Verdad,
que me conmina a continuar adelante
y a morir y a renacer y a despertar
y a transformar este mundo nuestro,
holograma definido por y regalado a
nuestra mayor creación -nosotros mismos-
para que exploremos y conozcamos
el campo de la Conciencia y de sus Infinitas Posibilidades.

No hay comentarios: