Es muy curioso pero las personas somos de lo más diverso. Una de las cosas que más me apasionan es la dualidad de ser únicos y ser todos al mismo tiempo. Cada uno es sí mismo en esencia pero está interrelacionado con los demás como parte de la Humanidad que es. Y, en el fondo, todos los seres humanos se parecen al tiempo que se diferencian.La creatividad es la capacidad que tenemos de ser dioses, de crear algo diferente a lo que nos rodea y ya está creado. La creatividad también es el filtro con el que observamos la vida. Si paramos atención, nos damos cuenta que en nuestra motivación está (reside) la posibilidad de ver el mundo y la vida como un lugar y un camino maravillosos. La creatividad nos relaciona con nuestro ser interior, con nuestra original esencia primera, y su energía se halla en nuestro segundo y quinto chakras. Si ésta no fluye, toda la energía creativa (la energía vital, en definitiva) se embota, se atora y acaba circulando por nuestro cuerpo haciéndonos daño pues su característica y su entorno son exteriores, deben salir a la luz. Por eso el acto de la vida, la feminidad es un acto de creatividad. La creatividad está íntimamente ligada con lo femenino. Las mujeres somos creativas por excelencia. Es parte de nosotras, parte de nuestro tronco común, de nuestra raíz. Mujeres de todas las culturas, edades, clases sociales, formaciones diversas… comparten el acto de la creatividad. Cocinan, escribe, leen, moldean barro, pintan, esculpen, cosen, hacen media, escuchan, aman (¡qué mayor acto de creatividad que el amor!) y eso es algo que me apasiona. Que me encanta de ser mujer, como diría el anuncio.
Foto: http://www.eboptica.com
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