¿Cómo me siento?

Una amiga, a quien amo muchísimo, me preguntó hace poco:¿cómo te sientes, qué puedes decir? No sé, dije entonces... Feliz, risueña. Agradecida.
Durante estos treinta y un años, por el sendero de mi vida se han quedado amigos, personas queridas, pérdidas irreparables, sueños no cumplidos, metas no alcanzadas y ha habido desolación y muerte...
Sin embargo, nada comparable con los frondosos árboles que me han dado sombra, cobijo y amor en forma en familia; las flores de inimaginables colores en forma de amigos que han iluminado mi cara con una sonrisa y han secado mis lágrimas con sus pétalos; las danzarinas hierbas y juncos en forma de sorpresas, situaciones divertidas, risas, explosiones de alegría...; las piedras grandes y pequeñas que he ido encontrado y he saltado, chutado, superado, cargado y descargado a mis espaldas pero que han estado ahí para ser estupendas y únicas oportunidades de aprendizaje y crecimiento; mis recovecos de bajo tierra, mis intimidades, mis secretos y esa parte de tiempo que me dedico única y exclusivamente (mi tai chi, mi yoga, mis libros, mis homenajes...) para poder dar luego mi luz a todas las cosas y personas con quienes comparto; el trino de los pájaros y los sonidos de los animales en forma de parte salvaje, impulsiva y natural, de siempre, desde siempre... y, sobre todo, mi sol, mi luz, mi amor, mi eterno masculino, mi hombre, a quien amo desde siempre y para siempre porque él es mi gran mentor y amigo, como yo lo soy de él.
Así que ya veis... ¿cómo me siento? Pletórica, soñadora, luchadora, constante, con todo lo bueno y lo malo que me ha ocurrido y que me ha hecho quien soy... y me gusta tanto y me quiero tanto... y os quiero tanto a todos... Así que gracias, eternamente gracias. Gracias por quererme, escucharme y apoyarme y, sobre todo y ante todo, gracias a la VIDA, la gran artífice de este estupendo milagro que es mi existencia y la de todos nosotros.

Foto: Cena en Stechelberg (Interlaken, Suiza, verano 2006)

1 comentario:

Unknown dijo...

No te conozco y sin embargo te conozco en todo lo que escribes... porque también me descubro a mi mismo en tus reflexiones. Gracias por canalizar estas palabras que se combinan para dar luz. Genial!
Alegre de encontrarte de nuevo Momo.
Un abrazo
Gigi