Falacia pre-trans

Se centra en la habitual confusión existente entre lo pre-racional y lo trans-racional, dos facetas que comparten la característica de ser no-racionales. Partiendo de esa confusión, se abren dos posibilidades igualmente lamentables, reducir las realidades espirituales transracionales a estadios prerracionales infantiles -reduccionismo- o elevar los sentimientos prerracionales infantiles a la gloria transcendental -elevacionismo-.
(...)
Cuando tú reprimes un impulso preconvencional (prerracional) se convierte en una especie de muro que no sólo te aleja de los impulsos inferiores que tratan de ascender sino también de los impulsos superiores que tratan de descender. Una fuerte represión del id tenderá también a bloquear a Dios sencillamente porque el id y Dios pueden amenazar al ego y una defensa contra uno nos defenderá también del otro.
La liberación de una represión abrirá también las puertas al descenso de los impulsos más elevados que nunca se vieron reprimidos en el pasado y que ahora emergerán por primera vez. La Esencia no es una regurgitación infantil sino un emergente. Posee una dimensión atemporal que provoca la sensación de tratarse de una reconexión, pero se trata de una reconexión con las profundidades del presente eterno, no con el dragado de una pasado infantil. El hecho de relajarte y desarticular la represión de los impulsos preconvencionales puede abrirte con más facilidad a las modalidades postconvencionalesy espirituales. Confundirlas constituye un ejemplo clásico de falacia pre/trans.

Ken Wilber en Diario

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cariño:
Tu eres el pìloto que nos trae a tierra, hacièndonos aterrizar en lo que todos sabemos, pero a nadie se le ocurre.¿ Paradoja sin sentido? No. Es que tu tienes el don de la palabra y la gracia de la organización de las ideas. No quiero endiosarte, pero de vez en cuando es bueno que sepas que se te aprecia tu labor y valor en ntras. vidas. Sigo amandote.