Óscar Sánchez,emprendedor que aboga por retirarse a los cuarenta

IMA SANCHÍS

40 años. Nací y vivo en Barcelona. Estoy casado y tenemos 3 hijos. Licenciado en Económicas
y con posgrados en Harvard. Estoy retirado, me gano la vida liderando proyectos. Creo en
las personas y en su talento, y que ese es el futuro que debe priorizarse desde lo político

“Uno ha de hacer aquello que desea y ama”

¿Retirado?

Sí, pero estar retirado no significa estar jubilado. Me he retirado de todo lo que no me gusta: trabajar para otros, horarios abusivos, y de todo lo que no me ilusione. Creo sinceramente que uno ha de hacer aquello que desea y ama.

¿Cuál ha sido su deseo?

Generar más emprendedores en la sociedad. Empecé en el 2003 montando Tech Sales Group, que asesora a emprendedores. Al año siguiente creé unas colonias de verano para niños en las que les enseñamos a crear proyectos propios. En dos años pretendemos montar la primera escuela de bachillerato para emprendedores: todo pivotará sobre esa asignatura. Y estamos articulando una fundación para canalizar proyectos.

¿Se gana bien la vida?

También creo compañías tecnológicas y monto equipos que llevan el día a día. Tenemos nuestro propio banco que financia proyectos, y hemos creado la primera promoción en Europa de pisos para emprendedores, a 80.000 euros, en el distrito 22@.

¿Cuál es el secreto?

Amar y emprender, dar sentimiento a la vida desde el punto de vista profesional y personal; la conjunción de ambas cosas es lo que te lleva a convencer, a contagiar y a salir adelante. Hay que volver a creer en las ideas, porque lo fácil (sueldo, hipoteca, consumo) se está comiendo la capacidad de tomar decisiones.

Vivimos en la autocomplacencia.

Las empresas no quieren gente que piense, sino gente que ejecute. La alternativa es la capacidad de emprender, y a los 40 años se produce este momento de madurez y de estatus, a nivel profesional y personal, que permite ser valiente.

¿A usted qué le pasó?
Trabajaba para una gran multinacional, fui uno de los artífices del desarrollo del negocio de internet en España. Llegué a la cima, lo tenía todo, pero me sentía desdichado porque carecía de tiempo para mí y para mi familia, así que me retiré a los 35 años.

Ya, ¿pero cómo se hace eso sin dinero?
La gran mayoría de los proyectos que se emprenden no necesita una gran financiación: ésa es la excusa para no emprender. Lo más importante es creer que tu talento va a llevarte a donde quieras, y ese talento es el que te ayudará a conseguir los recursos; pero a la mayoría se le pasa el tren, y a los 45 ya queda poco para que te retiren.

Qué horror.

A los 40 puedes retirarte sin deudas, ése es un punto clave. En Retirarse a los 40 explico el proyecto 3.000: la forma de poder vivir bien, tú y tu familia, con 3.000 euros.

¿Y si quieres algo más?

Si emprendes porque crees que tienes el gran negocio, al tercer tropezón te hundirás. Una vez liberado, has de hacer un plan, pero por el camino debes ir corrigiéndolo y centrándote en aquello en lo que realmente eres bueno. Hay un flujo continuo de oportunidades porque está todo por hacer, y más con las nuevas tecnologías.

Le veo muy optimista.
Estudios de EE.UU. dicen que las cosas empiezan a ir bien al cuarto intento, pero allí la
sociedad no los tacha de fracasados.

Ya he liquidado deudas, ¿ahora qué?

Debe ser capaz de entusiasmar a otros con su proyecto, venderlo y dotarlo de una buena imagen y comunicación. Mire, uno de mis proyectos era introducir una asignatura nueva en el sistema escolar.

Pero usted no es pedagogo...

Llamé a Montilla, no se puso, pero sí la secretaria de gabinete, y fui saltando hasta el director del área curricular y, un año después, un proyecto que parecía imposible –entrar en el sistema público de enseñanza con la asignatura emprendedores– se ha implantado en más de treinta escuelas.

La crisis no invita a emprender.

Estamos en el mejor momento, cada vez más los grandes grupos se nutren de relacionesmercantiles. Hay que abrirse camino en un nicho de mercado, especializarse y aprovecharse de las nuevas tecnologías, que hacen innecesarias las grandes estructuras. Y si monta un equipo, hágalo de tal manera que usted no sea imprescindible.

Eso da mucho miedo.

Si tu equipo no tiene capacidad de autonomía y decisión, acabará siendo un lastre. El modelo del emprendedor que trabaja quince horas al día es un modelo caduco. Tienes que ser capaz de contagiarles tu emoción y luego creer en ellos para que tomen sus mejores decisiones. Se trata de liderar proyectos. Ahora se habla de empresa responsable y de conciliación: ¿qué es eso?

Palabras.

Exacto. A un empleado o colaborador debes permitirle gestionar su agenda diaria, darle esa responsabilidad. La disciplina no se puede aplicar sólo al trabajo; la vida privada también requiere disciplina y dedicación, el tiempo es limitado si te organizas mal. Hay que tomar decisiones.

¿En qué dirección?

Hemos llegado a un punto en que lo arriesgado es tomar decisiones, y eso es lo que tenemos que cambiar en las empresas y en lo personal. En ese continuo proceso de tomar decisiones llega el momento en que aprendes a tomar las buenas decisiones. Debes eliminar todo aquello que no crea impacto en la forma de vida que deseas, lo que hiciste ayer que no te ha favorecido para vivir mejor hoy. Hay que ser eficiente.

“El 95% de los 800 directivos que estudiamos (entre 35 y 45 años) que tomaron la decisión de dar salida a su sueño lo consiguió. Habían llegado a su techo laboral y, a partir de los 45, en una empresa sólo te queda esperar que te retiren. Tu tren pasó”. Ese estudio fue la base de Retirarse a los 40, que recoge casos prácticos, incluido el suyo propio, de abandonar vanidades de triunfador que exigen plena dedicación por el sueño de convertirse en un emprendedor que se gana la vida ayudando a otros a emprender. A partir de una empresa madre, fue creando divisiones de formación para fomentar el carácter emprendedor y de liderazgo en los jóvenes. “Sólo el talento puede dinamizar una sociedad”.


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